TEJIDOS EN LANA DE GAVIDIA, EDO. MÉRIDA.
De la ciudad de Mérida a Mucuchíes son unas tres horas de carretera, luego,
desde Mucuchíes hasta Gavidia son otros 30 minutos, a velocidad de paseo.
La
carretera empieza de tierra, a un lado del sector La Toma, saliendo de
Mucuchíes. Opuesto a lo que se cree, en vez de ascender, el camino comienza en
bajada unos 500 metros hasta el río Chama y atraviesa un pequeño puente, una
vez que se pasa el puente comienza el asfalto. La carretera termina en una
callejuela que da la vuelta al pueblo, en una especie de “U” que se une por un
pequeño puente sobre el riachuelo, justo frente al cafetín de María
Cantalicia.
Aunque
la mayoría de los hombres y mujeres ‘gavidieros’ trabajan en la agricultura,
llama la atención un pequeño grupo de mujeres tejedoras que procesan la lana
directamente de las ovejas que crían.
María Julia Torres es una mujer de 84 años de edad, que nació
y ha vivido siempre en Gavidia, bello pueblo del páramo merideño. María Julia
trabaja con la lana desde los 10 años, y fue su abuelo Tomás quien le enseñó
este arte. En la antigüedad era común que las familias hicieran sus propias
cobijas, pues no existían tiendas donde comprarlas. La abuela de María Julia
escarmenaba e hilaba la lana y su abuelo era el que tejía las cobijas.
María Julia Torres |
Hacer
cobijas era considerado un trabajo casero, ya que era el único abrigo que
existía en esa época, con ellas se abrigaban para dormir o salir a la calle.
Éste es el origen de las chamarras, ponchos o ruanas; la diferencia era que a
estos se les abría un agujero para introducir la cabeza.
María
Julia trasmitió el conocimiento de la lana a todas sus hijas y algunas vecinas:
“Yo le enseñé a las muchachas a trabajar con la lana, a hilar y escarmenar la
lana, a lavarla y les dije cómo hacía mi abuelo Tomás que era el que trabajaba.
Él era el que tenía un telar y hacía cobijas. Pues ellas aprendieron se
animaron y se pusieron a escarmenar lana, a hilar, a tejer y formaron como una
cooperativa de mujeres. Y se pusieron ellas mismas y aprendieron y ahora son
famosas. Ellas han andado por toda Venezuela y por otros países y hacen de
todo, todo lo que piensan hacer lo hacen, con una o dos agujas a mano y en el
telar, hacen de todo: cobijas, cortinas, gorros, guantes, todo.”
El
grupo de las tejedoras de Gavidia se organizó a finales del año 2002 y exhibe
sus prendas artesanales directamente en el pueblo.